Round 12: El inolvidable Salvador Sánchez
Por Mauricio Sulaimán / Hijo de José Sulaimán / Presidente del WBC
Este sábado se recordó, con gran nostalgia, a quien se nos adelantara en el camino, tras sufrir un trágico accidente automovilístico, Salvador Sánchez Narváez.
Sal Sánchez murió el 12 de agosto de 1982, cuando conducía su Porsche en camino a su campamento para iniciar su concentración para la que hubiera sido una legendaria pelea contra Alexis Argüello. Este gran campeón mexicano logró un récord de 44 triunfos, 32 por KO, una derrota controversial por decisión dividida, y un empate, también en medio de la polémica.
Él ganó el campeonato mundial del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), y lo defendió en 10 ocasiones. Venció a Danny Coloradito López, y conquistó el campeonato WBC, y derrotó a otros grandes como Rubén Castillo, Juan Laporte y Félix Trinidad Sr., pero el combate que lo encumbró en lo más alto fue cuando le propinó una golpiza sin piedad, a quien, hasta ese entonces, era el verdugo de los mexicanos, Wilfredo Gómez, de Puerto Rico.
Fue una de las más grandes peleas de la historia, que se llevó a cabo en el Caesars Palace, de Las Vegas. Gómez era amplio favorito en las apuestas, subió al ring como monarca mundial WBC en la categoría supergallo. con un récord de 32-0, todas ganadas por nocaut, y buscaba conquistar el campeonato pluma WBC, en manos de Salvador Sánchez. El ambiente fue electrizante. Don King, sin duda alguna, es el mejor promotor de boxeo de la historia; se las ingenió para subir a la esquina de Gómez, con un grupo de salsa, y un mariachi, al de Sánchez. Ese fue el primer round, el público enloqueció con el espectáculo de ambos conjuntos, tratando de sonar más fuerte y opacar a su contrincante…
Desde el primer episodio, Sal Sánchez impuso su gran calidad, y mandó a la lona al boricua; en los siguientes episodios, lo castigó severamente, hasta que en el octavo, lo tumbó dramáticamente, pero la valentía y corazón guerrero de Gómez lo llevó a incorporarse; el réferi Carlos Padilla detuvo el combate, y así el mexicano se convirtió en héroe nacional, ídolo del pueblo.
Su última pelea fue durísima ante un entonces desconocido, el ganés Azumah Nelson, quien más tarde se convirtió en el boxeador africano más importante de la historia. Fue una pelea dramática que se definió por nocaut en los últimos segundos del asalto 15; curiosamente, esa fue una de las últimas peleas con ese número de episodios. Ahí terminó la carrera de Salvador Sánchez, y nació la del ahora Salón de la Fama, Azumah Nelson.
Año tras año, la familia Sánchez organiza una gran festividad para recordar al hijo predilecto de Santiago Tianguistengo. Después de la misa en la catedral sale un cortejo que camina hasta el panteón para visitar la tumba, dejar flores, rezar, y rendir honores en silencio. Tras eso, suena el mariachi y se recuerdan sus hazañas en este emotivo homenaje post mortem. Wilfredo Gómez, Don King, Alexis Argüello, Juan Laporte, Carlos Zárate y una incontable cantidad de personalidades del boxeo han asistido a esta festividad.
Después del cementerio se da una función de boxeo amateur y una gran comida preparada por la misma familia para atender a todos los visitantes.
¡Que descanse en paz, Salvador Sánchez! Su memoria es eterna y la especulación de hasta dónde hubiera llegado su carrera boxística será uno de los grandes misterios del boxeo mundial.
El boxeo es un deporte de apreciación. Así como los jueces anotan en sus tarjetas las puntuaciones, round tras round, basándose en lo que pudieron apreciar de las acciones, y así otorgan la decisión de ganador y perdedor del round; además las clasificaciones de los peleadores en cada categoría se hacen por medio de apreciación de un comité calificado y experto en boxeo.
Los rankings se basan en diversos criterios para analizar a cada púgil, y así determinar los listados de las 18 categorías existentes en el WBC. El récord del peleador es obviamente uno de los principales conceptos para determinar su valor, pero este puede ser engañoso. La marca es tan sólo un papel que no habla y se tiene que estudiar a fondo para evaluar las siguientes consideraciones:
Peleas ganadas, perdidas y empatadas.
Nivel de oposición, o sea, calidad de sus rivales.
Dónde se llevan a cabo los combates; o sea si es boxeador de casa o si sale a pelear a la del rival.
Resultado de los combates, si es por KO, decisión amplia o cerrada.
Nivel de los combates sostenidos e importancia de los mismos: peleas de campeonato de títulos regionales e internacionales.
Experiencia y número de rounds.
Actividad vs. inactividad.
Así es como el Comité de Clasificaciones WBC, formado por expertos de muchos países del mundo, analiza semana tras semana, los listados para una vez al mes, reunirse por zoom por seis u ocho horas en domingo, y así hacer las clasificaciones oficiales que se publican mensualmente.
¿SABÍAS QUE…?
La gente gusta de comparar a Salvador Sánchez con Julio César Chávez. Se discute quién hubiera ganado, pues de no haber fallecido, inminentemente se hubieran enfrentado por las divisiones en las que combatió JC. El mismo Julio César, quien es un ejemplo de humildad y grandeza, suele decir que Sánchez hubiera ganado; eso sí, es el mejor homenaje que pudiera recibir el legado de Sal Sánchez.